Tener un hijo con dificultades de aprendizaje en su época escolar, fue una experiencia vital para él y para nosotros como padres.
Este hecho supuso una forma diferente de apoyarle en casa, durante el proceso de aprendizaje en el colegio.
El diagnostico fue dislexia.
Tras varias consultas a especialistas y trabajar con el diversos métodos de aprendizaje, tuvimos conocimiento del método ideado por Ronald D. Davis, reflejado en el libro escrito por él, El Don de la Dislexia.
Leer este libro supuso un antes y un después en nuestra vida familiar.
Decidimos asistir a los profesionales que llevaban a cabo este método, nos dotaron de herramientas para gestionar la dislexia, para utilizarlas día a día, año tras año, en el periodo de aprendizaje.
Para nosotros fue el descubrimiento que nos llevo a comprender a nuestro hijo en sus reacciones de frustración en el colegio y en casa a la hora de estudiar.
Para él fue descubrir que lo que le pasaba no era un problema o dificultad, era solo una forma o condición diferente de aprender, y por supuesto con el gran apoyo del colegio, que les informábamos puntualmente del trabajo que hacíamos en casa como si de un juego se tratase, fue lo que llevo a nuestro hijo a tener éxito en sus estudios y estudiar en lo quiso formarse.
Visto el beneficio que este método tuvo en mi hijo, lo compartimos con otros padres, con hijos diagnosticados o no, pero que sus hijos mostraban estas dificultades.
Ya que solo los padres con hijos con esta dificultad sabemos de la impotencia que se crea, igual en los hijos que en los padres cuando vemos y sabemos de su súper esfuerzo por estudiar, por entender, por hacer los deberes, porque tiene dificultades de comprensión lectora y para expresarse tanto verbal como por escrito, y que no se ven los resultados deseados o que corresponderían a ese esfuerzo, más bien lo que ocurre es todo lo contrario.
Hoy me siento especialmente emocionada porque Eva, una de las mamas que trabajaron de esta forma con su hijo me ha enviado la siguiente noticia.
La Biblioteca de Aragón ha acogido este jueves la presentación del libro ‘Mis Abrazos Perdidos. Plan de Animación Literaria’ que recoge 163 relatos escritos por escolares durante la pandemia y sobre la COVID-19. Se trata de una iniciativa impulsada por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte, a través de las direcciones generales de Cultura e Innovación y FP, en la que han participado 163 centros educativos –141 públicos y 22 concertados– y cuenta con las ilustraciones de 43 artistas aragoneses ZARAGOZA, 10 Jun. (EUROPA PRESS)
El texto que escribió Raúl, su hijo, fue el ganador de su instituto, y fue elegido para ser incluido en el libro: Mis Abrazos Perdidos.
Al leerlo no quise ni pude, contener las lágrimas de profunda emoción y alegría por él, por su familia y por cada familia con la que hemos compartido lo conseguido. GRACIAS.
Espero que os guste el relato tanto como a mí.
